También he llorado con los que lloran: apenas el sábado asistimos al funeral de una niña de 16 años con un profundo amor por Jesús y por avanzar su causa. Hija de fieles misioneros taiwaneses y la hija primogénita de una familia con 6 niños, RoRo , estuvo cada mes que compartí en su grupo de jóvenes cada sábado. Hace solo tres meses RoRo se enfermo y repentinamente se vio batallando con un tipo muy raro de cáncer, el cual al final, concluyo su vida como la conocíamos e inicio su vida eterna con Cristo.
Nuevamente hoy es un día para celebrar. Es un día en el que celebro con amigos que tienen razones especiales para sonreír porque de alguna forma han visto una oración contestada en sus vidas.

Sin embargo, mi victoria es poder regocijarme de todo corazón, como si fuera mi propia felicidad, celebrando las victorias y oraciones contestadas de otros, y confiar que Dios tiene un plan perfecto para mi vida, y su fidelidad y bondad no se han agotado. A mi también, el me ha mirado con amor y gracia hoy y el ver a mi corazón en un lugar de deleite, hoy, en una actitud de rendicion en la cual tal vez no ha estado mucho hacia mucho tiempo, para mi esta es una gran victoria. Y es mi victoria del día de hoy.
Se su nombre glorificado, pues el es Bueno. Bendecido sea el nombre de Cristo!