jueves, 3 de septiembre de 2009

OJOS

Es sorprendente lo que un viaje autobus (a.k.a. guagua, para dominicanos) puede hacer. Es decir, lo que Dios nos puede ensenar, con pequenos detalles.

Ayer queria salir a pasear. Despues de llegar agotada de un viaje en la madrugada por Jet Blue, muchos mas coroto de lo usual. Salimos a las 2:20 am y aterrizamos a las 5:30 am. Parece que el piloto queria llegar a su casa. En fin, sali con mi excelente guia, o sea, mi prima bella de 12 años y tomamos las direcciones para llegar a nuestro destino.

En nuestra segunda parada de autobús, nos encontramos con dos señoras mayores, latinas, residentes de NYC. Ellas, se dieron cuenta de que estábamos un poco confundidas de cuál era la guagua correcta para transferirnos hasta nuestro destino final. Muy amablemente nos dieron direcciones y una de las señoras nos dijo que vivía casi frente a nuestra parada final. Dios nos envio un ángel para que no nos perdièramos.

En el autobus me di cuenta de algo que hacia tiempo no observaba. Cuánto pueden decir los ojos de las personas. En Mateo 6:22 y Lucas 11:34, Jesus nos enseña cuánto pueden mostrarnos, sin importar su apariencia, física, edad, raza, nacionalidad o religión. Solo existen dos estados espirituales : salvos por su gracia o perdidos en nuestros delitos y pecados.

Observè poco mas. Ese brillo perdido en los ojos de aquellos que no tienen la esperanza de Cristo. Es un factor común. La desesperanza se ha ido deslizando en la vida de las personas. Sigilosamente, aun los creyentes lo estamos viendo como algo normal. Las presiones del mundo, los afanes, las malas noticias, las crisis economicas, las guerras, la maldad, la corrupción, el robo y muchos otros flagelos parecerían ser suficiente excusa, causa o razón para vivir desesperanzados.

Pero no lo son.

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La forma apropiada de leer este blog, es con los ojos puestos en el orquestador, director y dador de la vida: DIOS. El es el centro. El es el Propósito. El es el Principio. El es el Final. Proclamar su nombre es nuestra meta.

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